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Aprobaron ley para demandar a Arabia Saudí

EFE
Washington
¿Saben los legisladores estadounidenses lo que votan o es la angustia de la reelección la que nubla su juicio? Estas son dos de la preguntas que asaltan tras la aprobación de una legislación que consagra el principio de justicia universal y del que los congresistas se arrepintieron en apenas minutos. 

En concreto, fue una media hora lo que tardaron senadores y congresistas estadounidenses en pasar de las celebraciones por conseguir una mayoría bipartidista no vista en años para revocar un veto presidencial a expresar sus dudas por la llamada Ley de Justicia contra Patrocinadores del Terrorismo, que permite demandar a Arabia Saudí en tribunales estadounidenses.

El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, salió a los pasillos del Capitolio a lamentar las “ramificaciones” de la ley que había votado horas antes y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, prometía a las víctimas su “día en los tribunales”, pero con una ley que garantizara que los militares estadounidenses no son inundados con demandas por todo el mundo. 

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La ley, que se debatía en el convulso período electoral, había sido producto del levantamiento del secreto sobre 28 páginas de informe de los atentado del 11 de septiembre de 2001 que demostraba conexiones indirectas con miembros de la familia real saudí y la red de financiación de los terroristas implicados.

La legislación permite por primera vez demandar en tribunales estadounidenses a un país que no es considerado por la Casa Blanca patrocinador del terrorismo. Lo que era un tema que siempre paga réditos políticos en Estados Unidos -ayudar a las familias de las víctimas de los brutales atentados del 11S- se ha convertido en la primera vez que Estados Unidos ampara la posibilidad de demandar a funcionarios de un país extranjero en otro país, un principio conocido como justicia universal, y al que Washington se ha opuesto insistentemente. 

La tramitación hizo historia también porque fue la primera vez en los casi ochos años de mandato de Barack Obama que el Congreso consiguió votos suficientes para invalidar el poder de veto del presidente, que llevaba meses avisando que con esta ley se ampararían por reciprocidad demandas a militares o funcionarios estadounidenses en todo el mundo.

“Pongamos que Siria decide demandar a EE.UU. por apoyar a los rebeldes moderados, que Damasco considera terroristas. Eso no importaría mucho porque hay pocos intereses estadounidenses expuestos en Siria, pero las consecuencias serían impredecibles si eso pasara en Egipto o Arabia Saudí”, reflexionaba esta semana el profesor de derecho de la Universidad de Texas Stephen Vladeck.

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